2018 transacción







Alfonso Romo ganó millones de dólares con la compra y posterior venta de una empresa, en una acción poco ética, aseveró Mary Anastasia O’Grady, columnista de The Wall Street Journal.

O’Grady señaló que en 2003, Romo vendió la empresa Seminis, con cotización en el índice Nasdaq y dedicada a la producción de semillas, a la firma californiana Fox Paine. El 75% de Seminis era propiedad del conglomerado mexicano Savia, cuyo presidente era Romo.

Desde 2002 iniciaron las operaciones para la venta de Seminis; tras una negociación, Fox Paine ofreció a los accionistas públicos 3.78 dólares por acción y 3.40 por acción a Savia. El valor de la transacción, según un comunicado de prensa de la compañía del 2 de junio de 2003, fue de más de 650 millones de dólares (mdd).

O’Grady destacó que los accionistas fueron impedidos para buscar más opciones de compra. En declaraciones a la periodista, Bernardo Jiménez, vocero de Romo, aseguró que la oferta de Fox Paine era la mejor y que habían sondeado a otros posibles compradores pero no hubo interés, en parte por la controversia que había alrededor de los organismos genéticamente modificados (OGM), con los cuales trabajaba Seminis.

Con la transacción, agregó la periodista, no se les permitió a los accionistas conservar su propiedad, salvo a Romo y sus socios cercanos, quienes para marzo de 2004 juntaban hasta el 52% de las acciones de Seminis.

Entonces, Romo fue nombrado CEO y se le otorgó un salario anual de 1 millón de dólares; además, Jiménez, quien había sido director financiero de Savia, fue designado en el mismo cargo en Seminis.

La columnista del WSJ indicó que en enero de 2005, Romo, sus socios y Fox Paine firmaron un “acuerdo y plan de fusión” con Monsanto, empresa que terminó pagando por Seminis 1.5 mil mdd en efectivo, asumió deuda y se comprometió a dar un bono de rendimiento de hasta 125 mdd pagaderos a una compañía llamada Marinet, propiedad de socios de Romo, según reconoció el vocero de Romo.

“La primera reunión con Monsanto, según Jiménez, fue en octubre de 2004; se firmó una carta de intención en diciembre de 2004. Eso implica que Romo, sus socios y Fox Paine comenzaron a negociar la venta de Monsanto más o menos un año después de comprar Seminis. Con una ganancia de 950 millones, más que duplicaron su dinero”, señaló O’Grady.

Jiménez dijo a la periodista que el monto de la operación se explica por reestructura que se hizo en Seminis y porque la controversia sobre los OGM cedió, con lo cual se revalorizaron las compañías dedicadas a esta área.

“Sin embargo, es una historia que naturalmente plantea la pregunta de si el CEO Romo mantuvo su responsabilidad fiduciaria como presidente para llevar a cabo un acuerdo justo y transparente. Esa es la definición misma de ética”, escribió O’Grady.

En el marco de la actual contienda presidencial de México, Romo fue designado el 15 de febrero por López Obrador como responsable de estrategia y enlace con empresarios, gobiernos y sociedad civil de su campaña y también es el encargado de conformar el proyecto de gobierno a seguir en caso de triunfar el 1 de julio.















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